¿Le dedicamos tiempo a pensar en la estrategia?

30 agosto, 2017

Conversando con Jorge, el Gerente General de una importante empresa chilena, me decía que no tenía tiempo para pensar. Cuando le pregunté sobre las razones, me comentó que lo absorbía el día a día, la operación. Lo que yo he visto, es que lamentablemente el caso de Jorge es mucho más común de lo que nos imaginamos. Cuáles creo yo que son las causas:

 

¿Y qué significa pensar estratégicamente?
Implica desarrollar la capacidad para identificar qué está ocurriendo en mi entorno e industria, tener sensibilidad por lo que quiere el cliente, explorar tendencias, mirar lo que ocurre en otras industrias, leer, asistir a seminarios o conferencias (incluso de otros temas, no relacionados con lo que hace la industria), saber leer el impacto de la tecnología. En otras palabras, es pensar en qué mercados sería bueno competir en el futuro y cuál debería ser la propuesta de valor que me diferencie de la competencia. El carácter único de la propuesta de valor no es trivial de encontrar y requiere de una exploración profunda de quién es o quiero que sea en el futuro mi cliente. El pensamiento estratégico involucra pasar de lo práctico a lo hipotético, de la certidumbre a la incertidumbre, de la claridad a la ambigüedad.